miércoles, 30 de julio de 2008

Luchando contra las telefónicas

Estoy seguro de que todo el mundo ha vivido en alguna ocasión la incompetencia de los teleoperadores y de las máquinas que poco a poco los van substituyendo, pues bien, en esta ocasión voy a contaros lo que me sucedió el otro día con uno de ellos, o mejor dicho, con varios de ellos.
Resulta que hace unos meses me di de alta en la compañía de telefonía azul (todos sabeis de sobra cual es) con un contrato de prepago, hasta ahí todo muy bien, todo perfecto.
Poco después, me mandaron un sms avisándome de que si me registraba con mis datos personales en su página de Internet, me regalaban 6 euros de saldo, vamos, me dieron la alegría del día, y en cuanto encendí el ordenador me metí en el enlace que me daban y cubrí el interminable, absurdo y cotilla cuestionario con mis datos. Tras cinco minutos cubriendo tonterías, acabé por fin y le di a aceptar, no tardó ni un segundo en aparecer una ventanita diciéndome de que había un error, que lo intentase más tarde, me olvidé del tema y no volví a probar hasta dos meses después cuando me acordé del asunto. Otra vez la misma mierda de formulario y otra vez a cubrirlo y otra vez a acabar con una cara de jilipollas de libro cuando me dio el mismo error y otra vez la misma cara cuando volví a cubrirlo y me dio el mismo error y otra vez...
Harto de perder el tiempo, decidí llamar al número gratuito de mi operadora para quejarme y para que me explicasen porque la página web de la compañía con mayores ingresos de España no funciona. Me recibió una máquina, a la que le tuve que gritar tres veces que me pusiese con reclamaciones y luego se puso al teléfono una tía, Mónica no se qué... que me preguntó que que me pasaba (todo eso acompañado de un infernal ruído de fondo que provocó que tuviese que poner a tope el altavoz), le expliqué el problema y me pasó con el departamento de no se qué, tuve que esperar un rato acompañado de una música super pesada hasta que me contestó un tío, este me dijo que era culpa de mi ordenador y cuando lo negué me dijo que llamase a otro número, que allí me informarían, colgué de mala leche y por supuesto, pasé de llamar al numerito ese.
Volví a repetir el proceso, no había operadores disponibles.
Otra vez lo mismo.
Por fin, aunque a la tercera, la máquina me puso con una persona, pasó igual que con el primer operador, me pasó con la mitad de operadores, la músiquita insoportable de nuevo, el mismo ruído de fondo, otra vez lo mismo, hasta que me harté, colgué.
La verdad es que debo ser muy pesado, porque volví a llamar, esa vez no tuve el problema de la falta de operador, sino que me salió una teleoperadora y tras pedirme mi número de móvil, soportar la músiquita un rato y explicarle el problema tres veces, me ofreció cubrir el cuestionario por teléfono, por supuesto acepté. Ya ni me tenía que decir las preguntas, tenía el formulario en mi cabeza, cuando acabé, me dijo que recibiría el saldo en breve, colgué y me puse a esperar el sms de confirmación, no tardó ni un minuto en llegar, y efectivamente, mis esperados 6 euros ya estaban en mi poder, esperando ser devueltos a su legítimo dueño: mi compañía telefónica.
Miré el reloj, había perdido media hora y la pantalla del teléfono estaba cubierta por una capa de sudor, pero había ganado la batalla contra el poder y la opresión de las telefónicas que consideran que somos idiotas y que no servimos para nada más que ser timados una vez tras otra. De hecho, si el número no hubiese sido gratuito, a un precio de 10 ctms minuto que creo que es lo que me cuesta llamar a alguien de mi compañía habría gastado 3 euros, la mitad de el "regalito".

8 comentarios:

  1. Qué interesante el comentario de CAT`s, es desde dentro, como de alguien que se sale de una secta o algo asi..

    Gracias Cat´s. Bezos

    ResponderEliminar
  2. Os das compañías telefónicas sonche asÍ! Onte mesmo quedeime sen itnernet porque me estaban ampliando de 3 a 10 megas, sen aviso previo... ninguén me sabía dicir o motivo... paseime dende as 12.30 do mediodía ata as 5 da tarde chamando a atención o cliente... que se mira o router e non sei que máis... e logo dinme pois configura isto... e quedeime sen batería no inalámbrico.... por sorte xa me ia e non tiven que chamar máis... a saber a pedazo factura que vai chegar por culpa dos graciosos estes!

    ResponderEliminar
  3. Hola David, me alegro de tu paso por mi blog y más que vuelvas.
    Me ha gustado el tuyo, muy cuidado e interesante en tus posts.
    Y eso de las telefónicas...les hace falta una legislación más dura, son como buitres gigantes difíciles de vencer cuerpo a cuerpo, asi que hay que recurrir a truquillos y astucias...

    Besos

    ResponderEliminar
  4. thiago, te puedo asegurar que casi es una secta, con decirte que en el lugar donde trabajabamos nadie sabia que habia una plataforma de teleoperadores, jejeje.

    en fin, david, UQE LES HAS GANADO, quedate con eso, chico. besos

    ResponderEliminar
  5. Eu odio os teléfonos e falar por eles e non se me ocorrería chamar nunca a unha compañía telefónica.

    ResponderEliminar
  6. puf!
    sabía de todas estas historias, pero a min pasame como ao Leo!
    Fai xa uns cantos meses q paso do móbil, e conseguin reducir mais da metade da metade a factura, estou moi orgullosa!

    de feito tentame moito a idea de deixar o móbil, non ter, pero a presión social é forte e todos me aconsellan q o teña por si acaso.

    e a verdade, e q vivindo soíña, rodeada de xabaríns e outras bestas, pode ser q o precise.

    Por certo, xa sabía do teu novo escondite, jejeje!
    Por certo, andas insomne?

    ResponderEliminar
  7. No sé... A mí me torearon igual, yo también soy azul. Estoy pensando en hacerme roja (más) o naranja, que salen más baratas las tarifas... pero seguro que me pillan por otro sitio, así que paso.

    Un besote!

    ResponderEliminar
  8. Bagoas imsomnes:
    O meu imsomnio é crónico xa, jeje, sorprendeuche logo o comentario ás tantas da madrugada jajaa

    forgiven princess:
    Si, pillar siempre te pillan, les da igual por donde jajaja

    ResponderEliminar